La calidad del semen sabemos que es un factor importante a la hora de conseguir un embarazo. Se estima en hasta un 50% de intervención del factor masculino en la disfunción reproductiva en general (entre el 20-30% de causa espermática completa). De ahí, que debamos enfatizar en aquellos factores que lo puedan condicionar.
Algunas de las medicaciones que podemos precisar en un momento determinado pueden interferir sobre los parámetros seminales. En la sociedad actual, con una alta exposición a los medicamentos, debemos tener en cuenta los mismos a la hora de valorar a los varones con deseo gestacional o con disfunción reproductiva.
La acción de los medicamentos generalmente es reversible al cesar su toma, pero en ocasiones, esta puede llegar a ser irreversible, como en el caso de la quimioterapia, con las repercusiones que esto conlleva en el ámbito reproductivo que estamos comentando.
Debemos tener en cuenta que el periodo de formación de los espermatozoides (espermatogénesis) tiene una duración de entre 2 y 3 meses, por lo que habrá que tener en cuenta este tiempo, tanto para la retirada de los medicamentos que pueden influenciarlo, como para poder observar los efectos de las medidas que implementemos para mejorar la calidad de los parámetros seminales.
Habitualmente, las fichas técnicas de los medicamentos de uso más común, o no aportan información de estos sobre su acción a nivel de los parámetros seminales en humanos, o la información se circunscribe a la experimentación animal.
Algunos de los medicamentos que conocemos y que pueden alterar la calidad espermática serían:
- Quimioterápicos: La producción espermática disminuye (oligozoospermia) o puede detenerse por completo (azoospermia). Es posible una recuperación parcial, pero puede llevar muchos años y, a veces, no se recupera.
- Anabolizantes y testosterona: Pueden originar oligozoospermias importantes o azoospermias, con posibilidad de recuperación tras su retirada.
- Psicofármacos: Pueden ocasionar descenso en el recuento espermático.
- Antihipertensivos: Los calcio-antagonistas pueden reducir la motilidad y el número de espermatozoides.
- Finasteride: Inhibe a la 5 alfa reductasa, que transforma la testosterona en dihidrotestosterona que es la forma más activa, lo cual podría interferir en la espermatogénesis.
¿Qué puede hacer disminuir la calidad del esperma?
La calidad espermática puede verse influenciada por multitud de factores o situaciones que describimos a continuación:
- Inmunológicos: La presencia de anticuerpos anti-espermatozoides afectará a la funcionalidad de los espermatozoides al alterar su movilidad.
- Enfermedades: Cardiovasculares, renales, diabetes, hipertensión y obesidad aparecen asociadas a una disminución en el recuento y en la calidad espermática. Las E.T.S. (Enfermedades de Transmisión Sexual), las prostatitis y las parotiditis, pueden lesionar el testículo y alterar la espermatogénesis.
- Hormonales: Alteraciones de las gonadotrofinas (FSH, LH), de la testosterona (hipogonadismo), de la prolactina y de las hormonas tiroideas pueden afectar la formación de los espermatozoides.
- Genéticas: Microdeleciones en el Cromosoma Y (regiones AZFa, AZFb y AZFc), anomalías cromosómicas (por ejemplo, el Síndrome de Klinefelter, 47 XYY) o mutaciones genéticas (mutación gen CFTR, Fibrosis quística) están implicadas en alteraciones en la espermatogénesis.
- Psicológicos: Un estrés elevado puede conducir, por distintas vías, a una disminución de la calidad espermática.
- Medicamentos (ya revisados anteriormente), radiaciones o quimioterápicos: Alteran o dañan la función testicular, en ocasiones de forma irreversible.
- Tóxicos (alcohol, tabaco o drogas): Alteran la calidad de los parámetros seminales.
- Ambientales (elevación de la temperatura testicular) y estilo de vida (ejercicio físico intenso, vida sedentaria o dietas no equilibradas): Pueden alterar también la calidad del semen.
Prevención de la infertilidad con la toma de medicamentos
La situación ideal sería evitar la toma de estos, si conocemos la posible alteración de los mismos sobre la espermatogénesis o sobre los parámetros seminales, e idealmente, su sustitución por otros que no fueran lesivos a este nivel, si ello fuera posible.
Si no es posible evitar su toma, una posibilidad al alcance sería la preservación de los espermatozoides antes de iniciar la toma o exposición a estos medicamentos o terapéuticas.
La recogida de una muestra de semen mediante masturbación y su posterior congelación en nitrógeno líquido, en una Unidad de Reproducción Asistida, permitirá disponer, durante los años que precisemos, de espermatozoides no afectos por medicaciones o terapias que puedan perjudicar la función espermática.
Posteriormente, esta muestra congelada de semen puede ser utilizada en un tratamiento de reproducción asistida (FIV-ICSI) si fuera precisa.
Finalmente, una alimentación equilibrada, la realización de ejercicio físico regular y moderado en intensidad, evitar la exposición a tóxicos, y todo ello, acompañado de un adecuado descanso nocturno, reforzará al máximo que el testículo realice su función correctamente y que los parámetros seminales sean los adecuados para la consecución del embarazo.
Firmado: D. José Mª Martín Vallejo (Especialista en Obstetricia y Ginecología, Nº Colegiado 464619238 / Experto en Reproducción Asistida / Miembro de la SEF-Sociedad Española Fertilidad y de la ESHRE-Sociedad Europea de Reproducción Humana y Embriología).