La fecundación in vitro (FIV) es un procedimiento de reproducción asistida, realizado en un laboratorio especializado, cuya finalidad es fecundar los óvulos recuperados del interior de los folículos del ovario, procedentes de un ciclo natural o de una estimulación ovárica, con los espermatozoides seleccionados (buena movilidad-morfología visualizada con el microscopio) de la pareja o de un donante.
El folículo es la estructura del ovario en cuyo interior se encuentra el óvulo (ovocito), que es el gameto femenino a fecundar por el espermatozoide (gameto masculino), de cuya fecundación se obtendrá el embrión que se transfiere (deposita) en el interior de la cavidad uterina para que implante y de lugar a una gestación viable y a un recién nacido vivo al finalizar la misma.
Lo habitual, al tener mejores porcentajes de éxito, es que se estimule el ciclo ovárico con medicación, administrada por vía subcutánea, lo que permite poner en marcha múltiples folículos en los ovarios.
De forma natural, sin estimular el ovario con medicación, se suele poner en marcha un único folículo en cada ciclo ovárico, que puede permitir la recuperación de un óvulo, que puede fecundar y dar lugar a la transferencia de un embrión, es lo que llamamos una FIV en Ciclo Natural, teniendo las ventajas de que evitamos el empleo de medicación, el folículo seleccionado y la maduración del ovocito transcurren de forma natural y que podría realizarse sin sedación. La gran desventaja es que contamos, generalmente con un solo folículo seleccionado, por eso, el porcentaje de éxito en su recuperación, fecundación e implantación son menores.
Por tanto, al disponer de un mayor número de ovocitos en los ciclos estimulados, tendremos un mayor número de embriones y una mayor posibilidad de embarazo con los óvulos de ese ciclo.
La duración de la estimulación ovárica suele ser de unos 10 días, con una media de 3 ó 4 ecografías a realizar en esos días para ir controlando el crecimiento del tamaño folicular. La primera ecografía se suele realizar el 1er o 2º día de regla para confirmar que los ovarios están en reposo, y el inicio de la medicación subcutánea el 2º, 3er o 4 día de regla.
Para evitar que se produzca una ovulación espontánea que impidiera la posterior extracción de los ovocitos, desde una semana antes de la regla, o con la regla, o al alcanzar los folículos los 14 mm de diámetro, hay que administrar otra medicación subcutánea diaria (agonista o antagonista de la GnRH). Recientemente, en los ciclos de Preservación de Fertilidad (recuperación ovocitaria para su posterior vitrificación-congelación hasta que se decida su posterior fecundación) y en los ciclos de estimulación ovárica con donantes de óvulos estamos empleando medicación oral (progesterona) que haría la misma función que la medicación subcutánea para evitar ovulaciones prematuras.
Cuando el tamaño folicular es el adecuado (a partir de 17-18 mm) se añade una tercera medicación subcutánea (inductor de ovulación) para, a las 36 horas aproximadamente, programar la punción de los folículos para la recuperación ovocitaria. La punción folicular la realiza el ginecólogo vía transvaginal y guiada por ecografía, y un anestesista, administra una sedación endovenosa a la paciente para que no perciba dolor en la obtención de los ovocitos.
Este último proceso, el de la transferencia embrionaria, se puede realizar en el mismo ciclo en que se han recuperado los óvulos (Ciclo en fresco), o se pueden congelar los embriones (vitrificación) que hemos obtenido y transferir en un ciclo posterior (Ciclo diferido).
Cuando tenemos una respuesta ovárica elevada a la estimulación (más de 15 folículos seleccionados), para evitar complicaciones (sobre todo por aumento de líquido en los tejidos-edemas), empleamos esta opción del Ciclo diferido al disminuir casi por completo la existencia de complicaciones y al tener más opciones de embarazo puesto que los niveles elevados de hormonas, que hay en estos ciclos de hiper-respuesta ovárica, disminuyen la receptividad uterina (posibilidad de que implante el embrión en el útero).
En el Ciclo diferido, los embriones generados son vitrificados (congelados) todos a la espera de un ciclo posterior en el que prepararemos el endometrio para la transferencia embrionaria. La preparación del endometrio podrá realizarse en un Ciclo Natural (el folículo seleccionado prepara el endometrio) o en un Ciclo Sustituido (con medicación).
Una vez realizada la transferencia embrionaria, la cual se realiza generalmente a los 5 días de evolución del embrión (etapa de blastocisto), podemos realizar una prueba de embarazo a los 10-12 días de la transferencia embrionaria, y si la prueba es positiva, a las 2 semanas de la misma podemos realizar una ecografía transvaginal en la que habitualmente apreciamos el saco gestacional, el embrión y se suele escuchar el latido fetal.
A la hora de fecundar (poner en contacto el óvulo con el espermatozoide) los óvulos recuperados, se suele emplear la técnica de la ICSI (Inyección del espermatozoide en el interior del óvulo), lo que denominamos una FIV-ICSI.
Si dejamos en contacto el óvulo con un número adecuado de espermatozoides para que uno de ellos fecunde al óvulo, hablamos de una FIV Clásica.
En resumen, en el ciclo de FIV, tenemos que recuperar óvulo/s (de un ciclo natural o de un ciclo estimulado), tenemos que fecundar/los (mediante ICSI o a través de una FIV Clásica) y finalmente hay que transferir el embrión/es al interior del útero.
Respecto de las indicaciones de los procedimientos descritos:
FIV-ICSI:
FIV / FIV-Clásica:
FIV-ICSI en Ciclo Natural:
Tel. 619 70 34 31 / 96 156 66 80
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