La actividad sexual durante los tratamientos de reproducción asistida puede aportar algunas ventajas significativas.
Desde un punto de vista sentimental, la intimidad con la pareja ayuda a reforzar el vínculo amoroso, proporcionando apoyo mutuo y alivio del estrés asociado con los procedimientos que se van realizando a lo largo de los ciclos de reproducción asistida.
Un estudio publicado en The Journal of Sexual Medicine de Oxford Academic apunta que las parejas que tienen relaciones sexuales durante los tratamientos de fertilidad pueden experimentar una mejor conexión emocional y satisfacción en la relación, lo que puede ayudar a reducir los niveles de estrés.
Ante la realización de un ciclo de reproducción asistida, que puede llegar a ser muy estresante a nivel físico y psíquico, la liberación de endorfinas produce una sensación general de bienestar.
La actividad sexual regular, podría permitir una mejora en la tolerancia inmunológica a la implantación embrionaria a través de proteínas existentes en el líquido seminal, lo que podría mejorar los resultados reproductivos refiere algún estudio.
Aspectos a tener en cuenta según los distintos tratamientos empleados en la Reproducción Asistida
Tener una vida sexual activa durante los tratamientos de reproducción asistida incide positivamente en el estado de ánimo y en la salud en general, debiendo tener en cuenta el tipo de tratamiento realizado para adecuar las recomendaciones con la actividad sexual.
En las inseminaciones artificiales los mejores espermatozoides se depositan en el interior de la cavidad uterina de la mujer cuando va a acontecer la ovulación. Habitualmente, con este tipo de tratamiento de reproducción asistida se puede mantener la actividad sexual. Las relaciones sexuales podrían aumentar el número de espermatozoides en vagina y útero, lo cual podría ser positivo si las mismas son bien toleradas por la paciente.
En el caso de la fecundación in vitro (FIV), para la formación de los embriones, la fecundación de los óvulos por los espermatozoides tiene lugar en el laboratorio de reproducción asistida. Posteriormente, el ginecólogo especialista en reproducción asistida deposita el embrión en el interior de la cavidad uterina.
Antes y después de la punción ovárica, no se recomiendan las relaciones sexuales dada la distensión y malestar abdominal que experimentan las mujeres con la estimulación ovárica, y por haber un mayor riesgo de torsión ovárica por el aumento de tamaño de los ovarios durante la estimulación ovárica.
Las relaciones sexuales durante la FIV pudieran ser positivas, sobre todo, en días previos a la transferencia embrionaria, dada la posible mejora en la tolerancia inmunológica a la implantación embrionaria ya referida anteriormente.
En resumen, las relaciones sexuales durante los tratamientos de reproducción asistida pueden mejorar el bienestar emocional y disminuir el estrés, salvo en determinados momentos del proceso, lo que puede potenciar las probabilidades de embarazo. Las parejas pueden buscar la intimidad en los procesos de reproducción asistida y deben buscar apoyo profesional si lo precisan.
Firmado: D. José Mª Martín Vallejo (Especialista en Obstetricia y Ginecología, Nº Colegiado 464619238 / Experto en Reproducción Asistida / Miembro de la SEF-Sociedad Española Fertilidad y de la ESHRE-Sociedad Europea de Reproducción Humana y Embriología).