El factor masculino, en la disfunción reproductiva, tiene un valor importante al representar sobre un 30 % de las causas de la infertilidad masculina. Un 30 % de las causas de la infertilidad tendrán su origen en la mujer, y finalmente, sobre un 40 % de las causas tendría un origen mixto (masculino y femenino) o desconocido (en un 20 % de las ocasiones no conocemos la causa de la disfunción).
Causas de la infertilidad masculina
Entre las causas de la infertilidad masculina tenemos:
Trastornos vasculares
La existencia de varices en los testículos (varicocele) aparece en un 25-40 % de estos pacientes. El aumento de la temperatura testicular y la presencia de CO2 y otras sustancias explicarían las anomalías en el semen.
Infecciones
La inflamación del testículo (orquitis) por el virus de la parotiditis es la infección que más frecuentemente se asocia a daño testicular. Habitualmente solo afecta a un testículo y en un 1/3 de los casos se puede producir atrofia testicular.
La inflamación de los epidídimos (epididimitis) por gonococo (bacteria) puede ocasionar obstrucción al desplazamiento de los espermatozoides desde el testículo a la uretra.
La chlamydia (bacteria) puede originar daño en el ADN espermático pudiendo alterar su funcionalidad en la fecundación.
Testículos no descendidos (Criptorquidia)
Los testículos deben descender a la bolsa escrotal en el primer mes tras el nacimiento. Si no lo hacen puede haber lesiones en los túbulos seminíferos que alterarán o impedirán la producción de los espermatozoides.
Fármacos:
- Antihipertensivos (bloqueadores beta): Ocasionan impotencia.
- Esteroides anabolizantes: Originan ausencia (azoospermia) o disminución (oligozoospermia) en la espermatogénesis.
- Citotóxicos (ciclofosfamida, cisplatino, procarbazina): Pueden producir lesiones en el testículo.
- Sulfasalazinas: Alteran la producción espermática.
Trastornos inmunológicos
La presencia de anticuerpos anti-espermatozoides puede alterar la función y movilidad de los mismos.
Anomalías cromosómicas-genéticas
- El Síndrome de Klinefelter, es la anomalía cromosómica más frecuente (1 de cada 500 recién nacidos varones). Su fórmula cromosómica (cariotipo) es 47 XXY (un cromosoma X de más) y cursa con ausencia de espermatozoides (azoospermia) en un 10-11 % de los casos.
- El Síndrome XYY y el Síndrome XX, también pueden cursar con azoospermia.
- Las pérdidas de un segmento específico en el Cromosoma Y (Microdelecciones del Cromosoma Y) es causa de alteración en la producción espermática.
- Fibrosis quística: Una mutación en un gen (CFTR) en el Cromosoma 7 origina alteración en el movimiento de la sal que entra y sale de las células. Esto ocasiona una mucosidad espesa a nivel respiratorio, digestivo y reproductor. En el varón cursa con ausencia congénita bilateral de los conductos deferentes en el 98 % de los casos (la azoospermia obstructiva es su consecuencia).
Transtornos hormonales
- Las alteraciones a nivel del sistema nervioso central (hipotálamo-hipófisis), ya sean presentes al nacimiento (congénitas) o posteriores al mismo (tumores hipofisarios como el prolactinoma o la acción de la radioterapia) también son causa de infertilidad masculina.
- Alteraciones del tiroides.
Trastornos moleculares
- Síndromes asociados a la afectación en la actividad de las enzimas que intervienen en la formación de hormonas esteroideas (hiperplasia suprarrenal congénita).
- Resistencia parcial a la acción de los andrógenos (feminización testicular y seudohermafroditismo masculino tipo 2).
Otras causas:
- Fallos en la producción espermática (Síndrome de células de Sertoli solo).
- Traumatismo o torsión testicular.
- Cáncer testicular.
- Tóxicos ambientales o en el trabajo (cadmio, radioactividad, rayos X, mercurio, óxido de etileno, cloruro de vinilo o el plomo).
- Eyaculación retrógrada. El semen sale en dirección a la vejiga urinaria. Se debe a la afectación del músculo del cuello de la vejiga (esfínter urinario) por la acción de fármacos (empleados para la tensión arterial o para el estado de ánimo), por cirugía sobre la próstata o la vejiga, o por lesión sobre los nervios en distintas enfermedades (diabetes, esclerosis múltiple, enfermedad de Parkinson).
- Estrés, empleo de vestimenta ajustada (aumenta la temperatura testicular y se afecta la producción espermática) y consumo de alcohol, tabaco o drogas.
- Desconocida.Hasta en un 30-40 % de los casos no sabemos el origen de la infertilidad masculina.
Diagnóstico de la esterilidad masculina
Para el diagnóstico de la esterilidad masculina nos apoyamos en:
Anamnesis
Se trata de una recogida completa de datos para la historia clínica. Se realiza con especial hincapié sobre antecedentes personales (enfermedades e intervenciones) y familiares, alergias, medicaciones, toma de estimulantes (alcohol, tabaco, drogas), forma de vestir, actividad laboral, frecuencia de relaciones sexuales y alteraciones en relación a la eyaculación.
Exploración física
- Se deben evaluar los testículos, los epidídimos (estructuras situadas en la parte superior y posterior de cada testículo, que almacenan y maduran los espermatozoides producidos en los tubos seminíferos testiculares) y los conductos deferentes (comunican los epidídimos con el conducto eyaculador para transportar el esperma hacia la uretra, y en el caso, de ausencia bilateral o unilateral de los mismos, siempre estará indicado el estudio de mutaciones para la fibrosis quística).
- Valoración del pene
- Tacto rectal para la exploración prostática
Seminograma o espermiograma
Se estudian las características macroscópicas (viscosidad, color, volumen), microscópicas (recuento, movilidad, morfología, vitalidad y aglutinación, esta última podría ser indicadora de la presencia de anticuerpos anti-espermatozoides) y químicas (pH y composición).
Se deben realizar al menos 2 espermiogramas, de muestras de eyaculados obtenidos por masturbación. Estarán separados por 2-3 meses para una correcta evaluación del semen (en la especie humana la espermatogénesis tiene una duración media de 60-70 días) y tras 3-4 días de abstinencia sexual antes de su recogida.
Ecografía doppler escrotal
Indicada para evaluar el parénquima escrotal, para valoración de los epidídimos, para confirmar la presencia de varicocele (dilatación de las venas del escroto o del cordón espermático). Asimismo, también está recomendada en casos de exploración física dificultosa o ante la sospecha de tumoración testicular. Cabe destacar que la incidencia de cáncer testicular es mayor en los varones estériles.
Ecografía transrectal
En caso de bajo volumen seminal, presencia de sangre en el esperma (hemospermia) o ante sospecha de infección prostática.
Evaluación endocrina
Determinaciones de gonadotrofinas (FSH y LH), hormonas sexuales (estradiol y testosterona), prolactina, hormonas tiroideas (TSH y T4 libre), SHBG (Globulina transportadora de hormonas sexuales).
Estudios cromosómicos
La realización de un cariotipo (estudio de la fórmula cromosómica) es obligada en caso de azoospermia (ausencia de espermatozoides) de origen testicular. Es, además, altamente recomendable en el caso de las oligozoospermias de menos de 5 millones espermatozoides / ml.
El estudio de microdeleciones en el Cromosoma Y es recomendable en caso de azoospermias y de oligozoospermias secretoras (no obstructivas) de menos de 5 millones de espermatozoides/ml. Su estudio permite orientar si va a ser posible encontrar espermatozoides en una biopsia testicular (según la región afectada), posibilita la preservación seminal debido a que se puede producir una progresión de la alteración y da la opción de realizar consejo genético a hermanos varones por si son portadores de la misma o a descendientes varones que tendrán la microdeleción.
Estudio de la fragmentación del ADN espermático
Un incremento en dicha fragmentación puede estar en relación con repercusiones en las tasas de fertilización y de implantación embrionaria. Por ello, la disminución de la misma podría repercutir positivamente en la mejora de dichos procesos.
Análisis de orina post-orgasmo
Los casos de poco volumen en el eyaculado (hipospermia) o ausencia de eyaculado (aspermia) pueden ser debidos a una eyaculación retrógrada (hacia la vejiga urinaria). Los espermatozoides podrían ser detectados en orina de esta manera.
Infertilidad masculina: Elección del tratamiento
Finalmente, la elección del tratamiento dependerá lógicamente de la causa que origine la infertilidad masculina. El tratamiento farmacológico se aplicará en aquellos casos con origen infeccioso (tratamiento antibiótico) o endocrino (tratamiento hormonal).
El tratamiento quirúrgico irá destinado a situaciones que requieran de la reversión de una vasectomía (recanalización de los conductos deferentes mediante una vaso-vasostomía). También de la obtención de espermatozoides testiculares (mediante biopsia testicular abierta-TESE, mediante Micro-TESE con microcirugía, lo que aumenta en 25-40 aumentos el campo visual del urólogo lo que le permite ser más selectivo y evitar daños, o mediante la punción-aspiración de los mismos-TESA). Por otra parte, también se pueden obtener espermatozoides del epidídimo mediante aspiración percutánea (PESA) o mediante aspiración microquirúrgica (MESA). En las azoospermias obstructivas (obstrucción o ausencia de la vía seminal) la posibilidad de recuperar espermatozoides está sobre el 90 % y en las azoospermias secretoras (fallo en la producción espermática) es del 30-40 %. Si no se encontraran espermatozoides en el testículo, la alternativa sería la de emplear banco de semen.
Las técnicas de reproducción asistida que pueden emplearse en la infertilidad masculina, en caso de no haber resuelto la afectación con el tratamiento médico o con el quirúrgico, serán la inseminación artificial (IA) y la fertilización in vitro (FIV). La FIV podrá ser la convencional o con ICSI (microinyección espermática en el ovocito).
Firmado: Dr. José Mª Martín Vallejo (Especialista en Obstetricia y Ginecología, nº colegiado 464619238. Experto en Reproducción Asistida / Miembro de la SEF).
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