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Preservación de la fertilidad por motivo social

Preservación de la fertilidad

¿Qué es la preservación de la fertilidad?

La preservación de la fertilidad hace referencia a la posibilidad de que una mujer pueda retrasar la edad de la maternidad hasta una edad en la que se la plantee o a un momento en el que sea posible la misma.

Principales causas de la preservación de la fertilidad o congelación de óvulos

Las causas para la preservación de la fertilidad pueden ser de tipo médico o de tipo social.

En la sociedad actual, las mujeres tienden a retrasar la maternidad hasta que alcanzan una estabilidad económica, profesional o social, motivo por el cual, a partir de los 35 años, y más a partir de los 38 años, las posibilidades de alcanzar embarazo van disminuyendo debido al aumento de las alteraciones cromosómicas en sus óvulos.

A parte de ir disminuyendo la calidad de los óvulos con la edad, también va disminuyendo su número, con un máximo de 5 millones sobre la 20-22 semanas de gestación en el útero materno, a los 500.000 en la pubertad y a los 25.000 a los 37 años, siendo como comentábamos a partir de estas edades, los de peor calidad los que van quedando.

A su vez, la pérdida de óvulos se puede incrementar por distintas situaciones como: intervenciones sobre los ovarios, pacientes que han recibido quimioterapia o radioterapia por causa oncológica (cáncer), algunas enfermedades como la endometriosis (acúmulos de regla fuera de la cavidad uterina), enfermedades autoinmunes (el propio organismo ataca a órganos o tejidos propios), enfermedades genéticas que afecten al ovario, existencia de familiares con pérdida de la función ovárica antes de los 40 años (menopausia precoz) o incluso sin una causa conocida.

Por otra parte, una dificultad añadida es la ausencia de síntomas que en un porcentaje elevado de casos puede acompañar a una baja reserva ovárica, lo que retrasa el diagnóstico de la misma y dificultará el futuro embarazo al disminuir las posibilidades del mismo cuando la paciente decida poner en marcha su proyecto reproductivo.

La importancia de informar sobre la edad reproductiva de la mujer

La clave de la preservación de la fertilidad por motivo social va a radicar en que la sociedad, en su conjunto, reciba información sobre la importancia de la edad en el porvenir reproductivo de la mujer.

Tanto durante el periodo escolar, como en los posteriores contactos que la mujer tenga con la atención sanitaria (médico de atención primaria, médicos de planificación familiar y ginecólogos), debe recibir información sobre no retrasar su maternidad más allá de los 35 años, edad a partir de la cual las posibilidades de embarazo disminuyen más al ir disminuyendo la calidad de sus óvulos.

Si las mujeres reciben esta información, podrán adelantar su maternidad si así lo desean, o caso contrario, pueden optar por retrasarla mediante la congelación de sus óvulos antes de los 35 años y plantearse la gestación en el momento que decidan.

Las figuras de los profesionales de planificación familiar y los ginecólogos

Como referíamos, los profesionales de planificación familiar y los ginecólogos, debemos, al atender a nuestras pacientes, poderlas orientar sobre el número de folículos que disponen en cada ovario para tener información sobre la cantidad de reserva ovárica en función de ese recuento folicular.

La forma en que podemos ver el número de folículos en los ovarios es mediante la realización de una ecografía transvaginal, en la que el profesional podrá visualizar los ovarios y ver el número de folículos que contienen.

Los folículos son una estructura, con forma circular que hay en los ovarios, en cuyo interior se encuentra el óvulo (ovocito). Por ecografía podemos ver el número de folículos en los ovarios, pero no podemos ver el óvulo en su interior al ser una célula microscópica.

El otro parámetro que nos da información sobre la cantidad de reserva ovárica es realizar una analítica sanguínea hormonal. La determinación más específica para la reserva ovárica en la actualidad es la hormona antimulleriana, hormona producida por los propios folículos del ovario, y que puede determinarse en cualquier momento del ciclo ovárico.

Proceso de estimulación ovárica en la preservación de la fertilidad

Para preservar la fertilidad la mujer se tiene que someter a un proceso de estimular sus ovarios (mediante el empleo de medicación subcutánea y controles ecográficos), para recuperar ovocitos (óvulos) bajo una sedación, siendo luego vitrificados (congelación ultrarrápida), y durante el tiempo que estime oportuno la mujer, para posteriormente descongelarlos, y fecundarlos con semen de la pareja o de un banco de semen, y el embrión resultante transferirlo a la cavidad uterina para que implante y de lugar a un embarazo evolutivo y al posterior recién nacido vivo.

La supervivencia de los óvulos tras su descongelación ha mejorado actualmente de manera considerable al emplear para su congelación la técnica de la vitrificación (congelación ultrarrápida, con empleo de crioprotectores), lo que va impedir la formación de cristales de hielo en el interior de los óvulos, y una posterior supervivencia de los mismos a la descongelación que alcanza el 96-97 %.

Finalmente, debemos remarcar que la preservación de la fertilidad por motivo social no debería recomendarse por encima de los 38 años, edades en las que la calidad de los óvulos disminuye de forma importante y podemos estar vitrificando óvulos que, en su gran mayoría, al estar afectos de anomalías cromosómicas, no fecundarán o no darán lugar a embriones sanos que implanten y den lugar a un embarazo evolutivo.

En relación a lo comentado, debemos tener en cuenta que a los 40 años la probabilidad mensual de embarazo de una mujer sana es del 5% (20% a los 30 años) y que la mayoría de los embarazos de reproducción asistida de mujeres de más de 42 años son con ovocitos donados, no con los óvulos propios.

Si quieres más información sobre el tratamiento, no dudes en contactarme.

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