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La alimentación que llevamos, la intensidad con que practicamos ejercicio físico, el consumo de alcohol, tabaco, café o drogas, así como el estrés, influyen en nuestra fertilidad.

En nuestras manos está el orientar estos hábitos y estilos de vida para que nuestro organismo funcione lo más preciso posible, y de esta forma, que el proceso reproductivo presente mejores de opciones de poder alcanzar la gestación evolutiva y que esta culmine con un recién nacido vivo y sano.

Factores que influyen en nuestra fertilidad

Alimentación

Es obvio, pero cuanto más sano nos alimentemos, mejor resultados reproductivos podremos obtener.

Una alimentación completa y saludable (legumbres, hortalizas, verduras, proteínas no procesadas, no consumir un exceso de azúcares y el empleo de grasas insaturadas como el aceite de oliva extra virgen, los frutos secos o el pescado azul entre otros) hará que tengamos mayores posibilidades para que la formación de óvulos y espermatozoides, la fecundación, y la posterior implantación del embrión, tenga más opciones de producirse con éxito.

Lo ideal es que partamos de un normopeso (Índice de Masa Corporal-IMC entre 20 y 25) ya que tanto el sobrepeso-obesidad, como el bajo peso harán que nuestras posibilidades de gestación se vean más reducidas.

Ejercicio físico

 La actividad física moderada mejora las posibilidades de embarazo ya que mejora la resistencia a la insulina, el perfil metabólico y lipídico, el IMC, así como un descenso del estrés.

Alcohol, tabaco, café y drogas

Sobre el alcohol, comentar que las mujeres que buscan embarazo, deben ser informadas que no deben ingerir más de 1 a 4 unidades de alcohol a la semana, habiéndose asociado el consumo excesivo a alteraciones en la estereidogénesis, maduración folicular y ovulación.

En los ciclos de FIV (Fertilización In Vitro) están documentados una menor respuesta ovárica-calidad embrionaria-tasa de implantación, así como una mayor tasa de aborto con más de 4 unidades de alcohol a la semana.

Los varones deben ser informados que un consumo de alcohol superior a 3-4 unidades al día puede resultar perjudicial para la calidad seminal a nivel de recuento y morfología espermática (oligo-teratozoospermia).

En relación al tabaco, el consumo de cigarrillos pasivo y/o activo, en mujeres y varones, se asocia a una disminución de la fertilidad natural, que es dosis dependiente.

En los varones, el consumo de tabaco disminuye la motilidad y concentración espermática, aumenta la fragmentación del ADN espermático y aumenta las alteraciones cromosómicas de novo (de nuevo).

En los tratamientos de reproducción asistida, el consumo de cigarrillos, tiene un efecto negativo significativo en los resultados clínicos.

Respecto al consumo moderado de bebidas con cafeína, no existe una asociación consistente con la Infertilidad.

El consumo de las mismas a altas dosis (más de 5 tazas al día de café), está documentado una mayor incidencia de aborto.

La recomendación es no sobrepasar las 2 tazas de café al día.

Finalmente, en el apartado de las drogas, con la marihuana se ha comprobado que altera el funcionamiento neuroendocrino central (hipotalámico), y se la ha relacionado con un aumento de la infertilidad y con alteraciones en la calidad seminal.

Y la cocaína, por su parte, incrementa las tasas de aborto y afecta a la espermatogénesis.

Estrés

En relación al estrés, en algunos estudios se ha visto una subpoblación femenina subfértil que presenta niveles más elevados de ansiedad y depresión.

Estas pacientes subfértiles deben ser informadas que el estrés puede afectar a la relación conyugal, disminuir la libido y la frecuencia de las relaciones sexuales.

El estrés habitual,  por sí mismo, no condiciona pérdida de fertilidad natural.

Pero, por otro lado, el estrés que es la principal causa de abandono de los tratamientos de reproducción asistida en las parejas menos dispuestas a perseverar hasta realizar un número óptimo de ciclos que los lleve a alcanzar el éxito.

Las intervenciones psicológicas cognitivo-conductuales pueden reducir el estrés, lo que disminuiría el abandono de los tratamientos, lo que podría incrementar las tasas de gestación.

De la misma manera, un cuidado emocional intensivo desde el inicio del embarazo en los casos de abortos de repetición, parece mejorar la probabilidad de embarazo evolutivo, quizá por reducción de mecanismos deletéreos estrés-dependientes.

En definitiva, un buen estilo de vida permitirá tener mejores opciones reproductivas tanto de forma natural como en caso de emplear técnicas de reproducción asistida.

Firmado: D. José Mª Martín Vallejo (Especialista en Obstetricia y Ginecología, nº colegiado 464619238. Experto en Reproducción Asistida / Miembro de la Sociedad Española Fertilidad).

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